El lucro cesante es una figura clave en el ámbito de la indemnización por daños en Chile. Se refiere a la ganancia que una persona deja de percibir como consecuencia de un hecho ilícito. Para su evaluación, no se requiere una prueba de certeza absoluta, sino que basta con aportar antecedentes que permitan determinar una ganancia probable no percibida.

Según el autor José Luis Diez Schwerter, si una víctima puede demostrar que percibía ingresos de manera estable, es razonable asumir que los seguiría percibiendo en ausencia del daño. Así, el lucro cesante se considera probado, y los jueces deben estimar su monto, evitando que la falta de certeza absoluta impida la indemnización. Este enfoque es respaldado por la Corte Suprema de Chile, que subraya la importancia de indemnizar todo daño conforme a la normativa vigente (Rol 2292-2015).

Este criterio protege a las víctimas de la rigidez probatoria, asegurando que puedan obtener compensación justa por las oportunidades económicas perdidas debido a daños ilícitos. La jurisprudencia chilena, por tanto, adopta un enfoque práctico y equitativo en la valoración del lucro cesante, contribuyendo a la justicia en los casos de indemnización por daños.